1.3: Expresión Popular
- El Vestido Mexicano
El vestido de la mujer mexicana ha estado en constante cambio a través de la historia. Desde la época precolombina, se menciona que las mujeres mexicas en Mesoamérica vestían básicamente dos prendas: una falda larga llamada cueitl (enredo) y una camisa larga y holgada llamada huepilli (huipil o hipil). Del cueitl se menciona que se hacía con una tela enrollada alrededor del cuerpo, ésta se sujetaba a la cintura con un cinturón largo de tela enrollado alrededor de la cintura y que rara vez se veía. El huepilli consistía en una camisa larga con un cuello en uve o cuadrado, esta camisa caía hasta las rodillas y era hecha con una sola tela larga cosida a los lados por lo que las mangas eran huecos en el doblez.
En la época colonial las tendencias en la moda eran provenientes de Europa. Se importaban vestidos y trajes confeccionados en Francia.
Vestido en la época colonial
La clase alta marcaba el modo de vestir y las clases bajan imitaban los diseños con los medios que estaban a su alcance.Las telas europeas que llegaban a Veracruz, eran de seda, encaje, algodón y algunos bordados. Luego eran llevadas a la capital mexicana.
Con la llegada de Napoleón a la corona de Francia, la moda vivió un cambio constante y fluido, proponiendo estilos neoclásicos.Los vestidos en las mujeres eran de telas ligeras y casi rectas, de talle alto, con mangas al estilo globo. El peinado era con el pelo recogido y con rizos sueltos que colgaban sobre el rostro.
Después de la independencia, el estilo europeo se mantuvo en las clases altas, que se afianzó durante el gobierno de Maximiliano y Porfirio Díaz después.La mujer llevaba vestidos más estéticos que el hombre. Su corte era lineal, y con un enmarcado en las caderas. El cuello alto y las mangas largas, presentaba botones en los puños. También estaban presentes los guantes y sombreros muy amplios, con plumas como accesorios. La ostentación creció con el uso del corsé, algunas veces forzado.
En el Siglo XX las guerras y las revoluciones sociales trajeron cambios profundos en la vestimenta femenina. El cambio más importante quizás haya sido la lucha de la mujer contra las restricciones políticas y sociales a través de los movimientos feministas. Es así que en los primeros años del siglo XX, desapareció el corsé y volvió la silueta natural de la mujer, además de poder descubir sus piernas al comenzar el uso de faldas más cortas o pantalones. Desde los años 30, todo ensayo en el vestir ha sido considerado como moda. En los últimos años, la industria de la ropa femenina ha tenido un lazo profundo con la industria de la publicidad. Lo que ha transformado a la moda y la fabricación textil en un producto de consumo masivo.
- La China, El Prototipo De La “Nueva Mujer” En El México Independiente
China poblana es un término que se refiere a dos cuestiones de la cultura de México que han quedado relacionadas aparentemente desde finales del siglo XIX. En su sentido más amplio y común en la actualidad, es el nombre de lo que se considera el traje típico de las mujeres en el Estado de Puebla dentro de la República Mexicana, aunque en realidad era propio sólo de algunas zonas urbanas en el centro y sureste del país, antes de su desaparición en la segunda mitad del siglo XIX.

Todo estereotipo es un personaje cargado de fuertes tintes que indican que una persona que pertenece a determinada clase, debe sostener un comportamiento definido. La china no es la excepción. Como lo han observado algunos autores para las mujeres mexicanas en general,26 en la cultura mexicana no hay lugar para una mujer que no sea una santa o una prostituta.27 Pero en el caso de las chinas, es necesario señalar que su fama oscilaba entre un valor positivo y otro negativo, y en algunos casos, era la encarnación de la buena y la mala mujer, dependiendo de aquel que se expresara de ella.
Si en algo coinciden la mayoría de las descripciones hechas de ellas en el siglo XIX es en que se trataba de mujeres muy hermosas, cuyos vestidos resultaban demasiado atrevidos para la época. Se puede entender que por belleza, el público masculino de las chinas entendía su tez morena, su cuerpo y cara que eran llenitos, pero no demasiado gordos, pero sobre todo que, a diferencia de las mujeres de estratos superiores de la población como las currutacas o las coquetas, las chinas rara vez hacían uso de artificios para resaltar su belleza.

Traje:
- Una camisa blanca, con labores de deshilado y bordado de seda y chaquira con motivos geométricos y florales en colores vivos. La camisa era lo suficientemente escotada para dejar ver una parte de su cuello y de su pecho, lo cual no dejaba de escandalizar a las damas de buen tono de la sociedad decimonónica mexicana.
- Una falda llamada castor, que tomó su nombre de la tela con que era hecha. Según algunas opiniones, el castor era empleado por las patronas de las casas ricas para la confección de las enaguas de sus criadas indígenas. El castor era trabajado con lentejuelas y camarones que formaban dibujos geométricos y florales. Los grupos de danza folclórica han popularizado una versión que lleva bordado en lentejuelas, chaquiras y canutillos el Escudo Nacional de México.
- Unos porabajos blancos, con las puntas enchiladas, es decir, con el borde inferior orlado por un encajes de motivos zigzagueantes. Los porabajos de una china poblana asomaban bajo su castor, y debían servir como una especie de trampa de luz para que el cuerpo de la mujer ataviada de chinano se adivinara a contraluz.
- Una banda que servía para sujetar el castor y los porabajos a la cintura de la mujer que lo portaba. La banda podía o no estar trabajada con labores de bordado, o bien, ser tejida en técnica de brocado.
- Un rebozo, que lo mismo podía ser de seda cuando más fino o de bolita, en el mayor de los casos. El rebozo es una prenda muy común en México, aun en la actualidad. Lo usan las mujeres para cubrirse del frío, pero también era empleado para cargar bebés o cualquier otra cosa cuyo tamaño y peso hicieran difícil llevarlo entre las manos. El rebozo de bolita, que era el más comúnmente empleado por las chinas, era tejido con hilos de color azul y blanco, y tuvo como cuna el poblado otomí de Santa María del Rio.
- En algunas ocasiones, la china solía llevar una mascada de seda que mal le cubría lo que el escote de la camisa dejaba asomar. De estas mascadas, José María Rivera escribió que esas regularmente vienen a casa los domingos para volver los lunes o martes al empeño.
- Como calzado, Manuel Payno señalaba que a pesar de sus carencias financieras, una china no dejaba de usar zapatos de raso bordados con hilos de seda. Este tipo de calzado aparece en algunos textos mexicanos del siglo XIX como un indicador de que quien los portaba era una mujer alegre. Además, la china complementaba el atuendo con abalorios y joyas que adornaban sus orejas, el pecho descubierto y las manos."
- Periódicos, Revistas, Álbumes, Calendarios, Octavillas, Almanaques
La Prensa en el siglo XX y XXI
Nacen periódicos como:
- El Universal en 1916 por Fulgencio Palavicini.
- Excelsior en 1917 por Rafael Alducin.
- Ovaciones en 1927.
- La Prensa en 1928.
- El Nacional 1929.
- La Afición en 1930.
- Novedades en 1935.
- Últimas Noticias en 1936 y la segunda edición en 1939.
- El Esto en 1941.
- El Diario de México en 1949.
- El Heraldo de México en 1963.
- El Sol de México en 1965.
Revistas siglo xx
La mirada de National Geographic
El conjunto de artículos, fotografías y pies de fotos, enmarcados por los títulos escogidos, muestran cómo la revista National Geographic mantuvo su mirada en los tesoros de su vecino México, transmitiendo una imagen de tranquilidad apenas alterada, pareciera ser, por algunos acontecimientos violentos, como si estos fueran aislados y no llegaran a causar inestabilidad. La percepción prevaleciente es la de un México que se hubiera detenido en el tiempo, en el periodo previo a la revolución. En los textos no se habla de la lucha, en las fotografías escasamente se asoma y, no es, por lo tanto, suficiente para cambiar la representación de México. Cuando en octubre de 1919 se publica el último artículo analizado, México estaba cerca de cumplir una década en armas, pero National Geographic se había esmerado en no mostrar esto.
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